Erik Lamela eligió abrir su corazón y ponerle palabras a una de las decisiones más difíciles de su vida profesional. Tras brillar en las canchas de Europa y vestir con orgullo la camiseta de la Selección argentina, el futbolista anunció su retiro a través de un posteo en Instagram que conmovió a sus seguidores.
Entre fotos y recuerdos, Lamela compartió una carta íntima en la que explicó los motivos que lo llevaron a colgar los botines. Y en primer lugar, blanqueó la lesión que lo marginó en los últimos años y que lo hizo sufrir tanto. Es que, para algún desprevenido, el joven pasó más de la mitad de su carrera profesional con dolencias en su cadera.
“Para los que no saben, tengo problemas en las caderas. Hace 11 años que comenzaron y, en el 2017, fui operado de ambas; siendo la izquierda la más afectada”, comenzó explicando como parte de una batalla silenciosa. Esa cirugía fue el punto de quiebre para Erik en su carrera: “Fue un año difícil, tenía mucho miedo, pensé que podía ser el final de mi carrera y tenía 25 años”.
Los médicos le dijeron a Lamela que, con suerte, podría seguir jugando 4 años más. Sin embargo, su amor por el fútbol y su perseverancia lo llevaron mucho más lejos. “Con mucho sacrificio, pasando horas en fisioterapia, fortaleciendo en el gimnasio, infinitas inyecciones y tratamientos, logré jugar más del doble”, explicó el ahora exfutbolista.
ERIK LAMELA Y EL CALVARIO QUE VIVIÓ LOS ÚLTIMOS 11 AÑOS DE SU CARRERA
Lo que para el público común eran goles y ovaciones, para Erik era convivir a diario con una tortura constante por el enorme dolor que le generaba: “Nada fue fácil. Tener dolor, jugar y entrenar con molestias pasó a ser algo normal en mi día a día”.
Pero la confesión más fuerte del ex River fue cuando confesó ese detrás de escena y la medicación que tomaba para apaciguar el dolor: “Hace 5 años tomo pastillas antes de cada partido para poder competir en mejores condiciones, empezando con la menor dosis y, este último tiempo, tomando el máximo ya dos días antes del partido para poder estar. Por esta razón, decido ponerle fin a todo esto, hoy se termina todo este esfuerzo”.
Lamela también tuvo palabras de agradecimiento. “Este año fue muy difícil para mí ir a cada partido, entrenándome en la bicicleta y en el gimnasio. Aprovecho para agradecer en público a Matías Almeyda por permitírmelo y a mis compañeros por aceptarlo”.
Por otro lado, Erik explicó que su desvinculación fue de común acuerdo: “Este año, cambiaron las cosas. No aceptan mi manera de entrenar y lo entiendo perfectamente. Por eso mi acuerdo mutuo con el club para terminar de la mejor manera. (…) Tengo la tranquilidad de haber ido hasta el final y de no haberme guardado nada”.