Jimena Barón volvió a hablarle a sus seguidores con la honestidad brutal, como cuando contó el colecho que hace, siempre con el humor que la caracteriza. Esta vez, lo hizo con su bebé en brazos y amamantando, para contar cómo está viviendo sus primeras semanas como mamá de Arturo, su segundo hijo.
Sin filtros y entre risas, relató detalles tan reales como tiernos de su nueva rutina de 24 horas al día como madre lactante y el desafío que tiene con el chupete. “Bueno, a ver si logro contarles cosas… Mi situación es que estoy 24/7 así. Arturo quiere estar en mis tetas, come todo el tiempo, ¿no?”, arrancó Jimena.
Explicó que su hijo no solo come, sino que también necesita el contacto constante: “Hace lo que es la succión nutritiva. Está cuando morfa y cuando te quiere chupar las tetas”, agregó entre carcajadas. La cantante explicó que no le resulta fácil organizarse para seguir creando contenido, pero se toma con humor las exigencias del momento.
“Yo digo: esperé 11 años para tener otro pibe que me chupe las tetas. Tengo que hacer un par de contenidos, soy influencer. Entonces estoy todo el día así”, confesó sin vueltas. Aunque muchos de sus seguidores están ansiosos por ver más de Arturo, Jimena explicó por qué todavía no muestra de cerca la cara de su bebé.
“¿Por qué no lo muestro? Porque nació hace dos semanas. Un día tiene cara de bulldog, al día siguiente tiene cara de chihuahua, al día siguiente parece una foca, al rato parece una ardilla…”, relató con su clásico desparpajo. En su análisis del rostro en evolución de su hijo, agregó: “Todavía no sabemos bien la cara que tiene. Nosotros… se está como armando”.
Y remató con una frase que hizo estallar a sus seguidores: “Nació encima de 38 semanas, es como que le falta cocción. Cuando esté bien cocinadito, que ya tenga una misma cara dos días seguidos, lo mostramos”. El video, no tardó en volverse viral.
Sus fans celebraron su frescura, su autenticidad y el hecho de visibilizar una maternidad sin romanticismos, con lo bueno y lo agotador, todo junto. En tiempos donde todo parece curado y editado, Jimena sigue apostando por mostrarse real, incluso con ojeras, cansancio y un bebé prendido al pecho.