Wanda Nara volvió a dar de qué hablar. Esta vez no fue por un nuevo escándalo mediático ni por algún cruce con Mauro Icardi, con quien mantiene una larga batalla en la Justicia por la tenencia de sus hijas. Ahora, hace unos días viene de ser noticia por un misterioso viaje al norte argentino que, según revelaron, habría tenido un trasfondo mucho más espiritual de lo que se vio en las redes sociales.
El pasado fin de semana, Wanda compartió varias postales de su estadía en Jujuy, donde se la vio recorriendo los paisajes más imponentes junto a sus dos hijas -Francesca e Isabella-. Todo esto parecía ser una escapada a la rutina, buscando respirar un poco de aire dentro del habitual ruido mediático que siempre la rodea.
Wanda voló en avión privado, se alojó en un exclusivo hotel de Purmamarca y se mostró sonriente, conectada con la naturaleza y cuidando, como exige la Justicia, la privacidad de sus dos pequeñas. Hasta ahí, todo normal, una situación hasta común.
Sin embargo, en las últimas horas comenzó a circular una versión inesperada: Wanda habría viajado al norte para tener un encuentro muy particular con una “bruja blanca”, una wiccana reconocida de San Salvador de Jujuy, especializada en rituales vinculados con la tierra y las energías.
LOS DETALLES SECRETOS DE LA FUGAZ ESCAPADA DE WANDA NARA A PURMAMARCA
Esta versión circuló a través de un streaming salteño que difundió el dato. La empresaria y la bruja se habrían encontrado una noche en el hotel para realizar una sesión de tarot a puertas cerradas.
No trascendió qué temas consultó Wanda, aunque es difícil no imaginar una charla cargada de preguntas sobre su presente y futuro. ¿Le habrá preguntado por el amor? Lo que está claro es que uno de sus principales dolores de cabeza por estos días tiene que ver con su pelea contra Icardi por cuestiones legales.
“Son mujeres muy conectadas con la naturaleza, no tienen malas intenciones”, contaron desde el entorno que conoce de cerca a este tipo de prácticas espirituales. La presencia de esta guía wiccana, de hecho, habría sido el motivo real del viaje, más allá del paseo turístico o la desconexión con sus hijas.
En medio de versiones que la vinculan sentimentalmente -y una vez más- con L-Gante y de una tensa disputa judicial por la tenencia, Wanda suma una nueva capa de misterio a su historia. Mientras tanto, ya volvió a Buenos Aires, donde la espera una nueva ronda de conflictos y tal vez, nuevas cartas por jugar.