El acuerdo con el FMI por US$ 20.000 millones arranca con un fuerte desembolso inicial de US$ 12.000 millones, un refuerzo de U$S 2.000 millones en junio y otros US$ 1.000 millones a fin de año. Así el 75% del préstamo ingresa este año.
Luego habría tres desembolsos anuales (en 2026, 2027 y 2028) de US$ 1.400 millones cada uno, y otros US$ 700 millones en 2029, completando el crédito, según el Informe del staff del FMI. Además, habría nuevos préstamos de organismos internacionales, como el BID y el Banco Mundial.
El préstamo, a 10 años, tiene un período de gracia de 4 años y medio. Pero en ese período, habrá que pagar los vencimientos de capital de la deuda contraída en 2018 más los intereses sobre la deuda total, que llega a casi US$ 57.000 millones (US$ 41.700 millones del préstamo de 2018/19 que aún se adeuda más los US$ 15.000 millones de los primeros desembolsos del nuevo crédito).
El Informe del staff señala que los US$ 57.000 millones (US$ 43.100 millones de DEG en 2026) constituyen «la mayor exposición crediticia en la historia del FMI”.
Este año, Argentina no tiene vencimientos sobre el capital de esa deuda, pero sí deberá cancelar intereses por unos US$ 3.100 millones. En febrero se pagaron US$ 650 millones y el 1° de mayo vencen otros US$ 600 millones.
Previendo que a partir de 2026 la Argentina irá cancelando los vencimientos de capital, achicando el stock de deuda, el Informe calcula que hasta 2030 los intereses sumarán US$ 18.600 millones.
Si se agregan los US$ 12.600 millones de intereses ya pagados durante los gobiernos de Macri, Alberto Fernández y Milei por el préstamo de 2018/19, el costo total de intereses entre 2018 y 2030 totalizará más de US$ 30.000 millones.
El Informe reconoce que “la capacidad de Argentina para reembolsar al Fondo sigue sujeta a riesgos excepcionales, que dependen fundamentalmente de las iniciales medidas y de la implementación sostenida del plan de estabilización para alcanzar los objetivos de acumulación de reservas y asegurar la reanudación del acceso al mercado antes del vencimiento de las recompras al Fondo. El margen de maniobra sigue siendo limitado, especialmente en el contexto de bajos niveles de reservas, elevadas obligaciones del servicio de la deuda, un historial de volatilidad de los flujos de capital y un entorno externo más propenso a shocks”.
Cuánto hay que pagarle al FMI:
El cronograma de intereses es el siguiente: arranca este año con US$ 3.100 millones (ya se pagaron US$ 650 millones); en 2026 y 2027 sumarán US$ 3.500 millones cada año; en 2028 son US$ 3.200 millones; en 2029, otros US$ 2.900 millones y en 2030 otros US$ 2.400 millones.
Los valores van descendiendo porque se descuenta que se irán cancelando los vencimientos sobre el capital adeudado.
En consecuencia, el acuerdo señala que este año el desembolso neto rondará los US$ 12.000 millones porque a los US$ 15.000 millones habrá que restar los US$ 3.100 millones de intereses.
Pero ya en 2026, suman más los dólares que la Argentina deberá ir transfiriendo al FMI – por los vencimientos de capital y de intereses- que los que va a recibir por la cuota del préstamo.
En 2026, la Argentina debería cancelar los vencimientos de capital que ese año son de US$ 1.100 millones. Más los intereses (US$ 3.500 millones) suman US$ 4.600 millones, mientras que recibirá US$ 1.400 millones del nuevo crédito. Así, queda un flujo negativo de US$ 3.200 millones.
Luego, los vencimientos del capital de la deuda son crecientes: en 2027 suman US$ 4.300 millones, más US$ 3.500 millones de intereses, que totalizan US$ 7.800 millones versus un desembolso de US$ 1.400 millones de la siguiente cuota del préstamo. Queda un flujo negativo de US$ 6.400 millones.
En 2028, el flujo negativo rondará los US$ 8.200 millones, en 2029 ascenderá a US$ 10.200 millones y en 2030 otros US$ 11.800 millones.
De este cronograma se deduce que habrá un aporte inicial neto elevado de US$ 12.000 millones que asegura el pago de la deuda en moneda extranjera de este año, que ronda los US$ 10.000 millones. Pero, que a partir de 2026, el Tesoro tendrá un flujo negativo con el FMI.
En consecuencia, el acuerdo considera que la Argentina debería poder financiarse en los mercados internacionales de deuda e ir cancelando la deuda con el FMI.
NE