La jubilada estaba en su casa de Monte Grande cuando una mujer tocó el timbre y le preguntó por su hijo. Un «cuento del tío» típico que viró en un asalto salvaje. La víctima fue golpeada y casi termina ahorcada, en una secuencia que quedó filmada por las cámaras de seguridad ubicadas dentro de la propiedad.
Todo ocurrió poco antes de las 14.30 del martes 10 de junio, pero este jueves la investigación avanzó con la detención de la sospechosa. Se trata de una mujer de la comunidad gitana que fue arrestada en la calle Armenia al 2000, en el barrio de Palermo.
Adrián, hijo de la víctima, Nélida Ester Barrachia (75), quien según su familia padece un trastorno neurocognitivo leve, hizo la denuncia del hecho ocurrido en la propiedad de las calles Coronel Dorrego al 800, casi esquina Intendente Italiani, a dos cuadras de la Municipalidad de Esteban Echeverría.
Apenas se conocieron las imágenes, los investigadores supieron que la delincuente era de la colectividad gitana. No fue sencillo determinar dónde vivía y en las últimas horas se identificaron seis objetivos para allanar.
El operativo lo hizo la DDI de Lomas de Zamora, de la Policía bonaerense, en el expediente a cargo de la fiscal María Paula Segade Sánchez, de la UFI 2 de Esteban Echeverría.
Los agentes secuestraron 15 teléfonos celulares y la ropa utilizada el día del hecho.
La detenida, identificada como Susana Miguel (55), tenía una causa reciente por «robo» en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 21 de la Ciudad de Buenos Aires, también por el asalto a una jubilada, por lo que tenía pedido de captura vigente.
Una salvaje secuencia que quedó filmada
En el video, se pudo observar el momento en que la victima le abre la puerta a una mujer de vestido azul y blanco, quien enseguida la toma del cuello y la mete para adentro.
Después, le quiere abrir el puño derecho a la jubilada y le exige que le entregue las llaves de la casa. Allí forcejean hasta que la señora se cae sobre un sillón.
“Soltala, soltala, dame la llave”, le recrimina la ladrona a la jubilada, mientras la mantenía reducida sobre una silla del comedor.
Luego se escucha el desesperado grito de Barracchia. “Salí de acá. ¡Socorro, socorro!“, exclama con la voz atragantada.
Mientras le da cachetazos en la cara e intenta ahorcarla, la ladrona le pide ayuda a un cómplice que la estaba esperando. Cuando ingresa este hombre, de remera blanca de manga larga, la levanta, la toma del cuello y la mujer le quita un manojo de llaves para luego ambos retirarse del lugar.
La víctima fue trasladada por su hijo al Sanatorio Juncal, en Temperley, Lomas de Zamora. Sufrió la fractura de dos costillas y quedó con el ojo izquierdo morado, además de rasguños varios.
Miguel quedó imputada por el delito de «robo, privación ilegal de la libertad agravada y lesiones leves«.
EMJ