A veces la vida nos pone obstáculos más grandes que lo que nuestra pasión y empuje pueden afrontar.
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La historia del Belga que supo ser la promesa del fútbol inglés.
Jugar al fútbol profesional es el sueño de incontables niños y niñas alrededor del mundo, y muchas veces con un buen entrenamiento, disciplina, y una cuota de suerte estando en el lugar indicando en el momento indicado, ese deseo puede hacerse realidad. Pero, ¿qué pasa cuando las condiciones físicas son las que nos limitan?
La historia de Charly Musonda es sin dudas muy trágica. Con un talento deslumbrante a muy corta edad, con los dos grandes de España pujando por ficharlo y con un futuro prometedor con la Selección de Bélgica, dos lesiones muy desafortunadas lo apartaron del mundo que supo verlo brillar.
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La carrera de Charly Musonda
Charly Musonda comenzó su carrera en Bélgica con el Anderlecht, destacando lo suficiente para unirse al Chelsea a los 17 años por 2.5 millones de euros. Aunque tuvo dificultades iniciales, brilló en la temporada 2014/15, proclamándose campeón de la UEFA Youth League.
En la 2016/17 comienza bien la temporada, de nuevo en calidad de préstamo en el Real Betis, sin embargo, una lesión lo deja afuera y nunca recupera el mismo nivel. Tras una temporada inédita, vuelve al Chelsea en una situación complicada, donde vuelve al filial hasta que, en el mercado invernal, sale cedido al Celtic de Glasgow, donde únicamente disputó ocho partidos con un rendimiento bastante discreto.
Qué pasó con Charly Musonda y sus meses sin jugar
En la temporada 2017/18 fue cedido al Vitesse holandés con 22 años, donde supo ser ídolo del club y muy querido por e equipo y la hinchada. Sin embargo, volvió a lesionarse la rodilla con una rotura de ligamento cruzado posterior, una cirugía poco común en el fútbol. «Me dijeron que las posibilidades de volver a jugar eran del 20%, y de competir en nivel alto como en el Chelsea, era casi nulo» declaró Musonda.
Tras su recuperación tuvo muy pocos minutos en la Eredivisie y desde Londres le comunicaron que no renovarían su contrato. Incluso, y con toda la impotencia del mundo, se ofreció a jugar gratis en el equipo de reserva, pero ante la negativa de Tuchel firmó con el Levante. Ya desempeñándose en la segunda división en España, no era el mismo jugador ágil y explosivo que se había visto en las juveniles del equipo de Londres y la selección belga.
Tras concluir su paso por España, el fútbol llevó a Charly Musonda a la liga de Chipre, donde los problemas persistieron: actuaciones de nivel modesto, marcadas por la inconsistencia y las recurrentes lesiones musculares. Actualmente, a sus 28 años, se encuentra sin equipo. Sin embargo, asegura que piensa seguir jugando al fútbol no importa como ni en qué división, ya que es su verdadera pasión y para lo que nació.